Cuando el Salvador estuvo en la tierra enseño: "el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él" (Marcos 10:15) ,es decir que debemos de volvernos como niños pequeños. El no los bautizaba (como hacen algunas iglesias cristianas) mas bien: "Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía" (Marcos 10:16).
El Señor le revelo al prefeta Jose Smith: "Todo miembro de la Iglesia de Cristo que tenga hijos deberá traerlos a los élderes ante la iglesia, quienes les impondrán las manos en el nombre de Jesucristo y los bendecirán en su nombre." (DyC 20:70)
En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias poco después de su nacimiento, los bebés reciben una bendición especial por la cual se les da un nombre y se pronuncian palabras de bendición para toda la vida terrenal. La bendición la da alguien que posea el sacerdocio. A menudo se trata del padre de la criatura o de otro poseedor del sacerdocio que tenga una relación estrecha con la familia. Por lo general se hace durante la reunión sacramental del primer domingo del mes.
El Señor le revelo al prefeta Jose Smith: "Todo miembro de la Iglesia de Cristo que tenga hijos deberá traerlos a los élderes ante la iglesia, quienes les impondrán las manos en el nombre de Jesucristo y los bendecirán en su nombre." (DyC 20:70)
En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias poco después de su nacimiento, los bebés reciben una bendición especial por la cual se les da un nombre y se pronuncian palabras de bendición para toda la vida terrenal. La bendición la da alguien que posea el sacerdocio. A menudo se trata del padre de la criatura o de otro poseedor del sacerdocio que tenga una relación estrecha con la familia. Por lo general se hace durante la reunión sacramental del primer domingo del mes.