lunes, 8 de diciembre de 2008

El Libro de Mormón: ¿agregando escrituras a la Biblia?

La acusación
La acusación afirma que el Libro de Mormón no puede ser verdadero porque nada debería ser «agregado a» o «quitado de» la Santa Biblia.

La(s) fuente(s) de la acusación
«[José] Smith aparentemente no estaba enterado de la expresa advertencia acerca de agregar o quitar de la palabra de Dios, o con gusto desobedeció a ella (véase Apoc. 22:18,19).» (el 'Dr.' Walter Martin, Mormonism [Minneapolis, Minnesota: Bethany House Publishers, 1984], 29. [La traducción es nuestra.])

La respuesta
El pasaje citado con frecuencia (por el 'Dr.' Martin, arriba) es Apocalipsis 22:18-19.
Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la Santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
Sin embargo, el crítico ignora que:
1- El libro de Apocalipsis fue escrito antes de varios otros textos bíblicos, sin olvidar que fue unido a una colección de textos. No obstante, estos versículos pueden ser aplicados solamente al libro de Apocalipsis, y no a la Biblia completa (algunos de los cuales fueron escritos de nuevo y ninguno aun había sido recopilado como 'La Biblia'). Mientras la fecha tradicional del libro de Apocalipsis es de 95 o 96 años después de Cristo (primeramente basado en unas afirmaciones de Irenaeus), la mayoría de eruditos fechan el libro entre 68 o 69 años después de Cristo. El evangelio de Juan es generalmente fechado entre 95 - 100 años después de Cristo (para mas información sobre las fechas del Apocalipsis, véase el artículo bíblico (en inglés) por Thomas B. Slater's Biblica article).
2- El Nuevo Testamento está compuesto en primer lugar de los cuatro evangelios y luego de las epístolas apostólicas. Puesto que el libro de Apocalipsis no es un libro evangélico ni una epístola apostólica, los que compilaron el nuevo testamento lo agregaron al final del nuevo testamento. Juan no tenía la intención de escribir las últimas líneas como advertencia y aplicarlas a toda la Biblia, ya que él no se encontraba escribiendo el capítulo final de la Biblia completa y puesto que la Biblia no estaría canonizada y completada por unos siglos después.
3- Otras escrituras (tales como Deuteronomio 4:2, Deuteronomio 12:32, y Proverbios 30:6) de manera similar también prohíben agregarle a las escrituras, así que los argumentos de los críticos no parecen tan consistentes, porque tendrían que descartar todo lo escrito en el nuevo testamento y mucho del antiguo testamento, siendo que estos versículos anteceden a 'las otras escrituras' agregadas por el mismo Dios por medio de antiguos profetas.
4- Hay más evidencia que el Apocalipsis 22:19 no se refiere a la Biblia completa cuando dice «las palabras del libro de esta profecía» al comparar el pasaje con Apocalipsis 1:3 y 1:10-11 («Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía». «Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea.»). Está claro que el libro a que se refiere en el principio de Apocalipsis es el mismo libro al que refiere en fin de Apocalipsis. Todo lo que vio y oyó Juan entre estos dos puntos es el libro a que se refiere.
5- La Biblia le prohíbe al hombre agregarle a o quitarse de la palabra de Dios; pero no dice que Dios no pueda hacerlo, por medio de un profeta, agregarle a la palabra de Dios. Si esto no fuera posible, entonces la Biblia nunca habría existido.
El erudito Bart Ehrman escribió en cuanto al pasaje en Apocalipsis: "Eso no es amenaza que el lector tiene que aceptar o creer todo lo escrito en este libro de profecía, como a veces se interpreta; mas bien, es una amenaza típica a los escribientes del libro, que ellos no debían añadir ni quitar las palabras de él. Imprecaciones similares se encuentran en muchos lugares en los escritos de los cristianos antiguos".
[1]
O sea, Juan estaba preocupado con el texto que él escribió, sabiendo que hubo personas que tratarían de cambiar el texto mismo. El profeta Nefi del Libro de Mormón menciona que una «grande y abominable iglesia» iba a quitar «muchas cosas claras y preciosas del libro [la Biblia], el cual es el libro del Cordero de Dios» (
1 Nefi 13:28). Entonces, el Apocalipsis 22:18-19, irónicamente, apoya a las enseñanzas del Libro de Mormón y la necesidad de el.
La conclusión
Los criticos, como «los indoctos e inconstantes,» tuercen las palabras de Apocalipsis «como también las otras Escrituras» (2 Pedro 3:16). No entienden la manera en que fue canonizada la Biblia e ignoran a las escrituras anteriores y el contexto del pasaje para mantener su idea falsa. Al considerar el contexto del pasaje, hemos visto que en realidad apoya las creencias mormonas que hubo ciertas cosas que fueron quitadas de la Biblia y que fueron restauradas por medio de las otras escrituras sagradas que Dios ha revelado en nuestro día. Los criticones ignoran la verdad de eso porque quieren mantener que el Libro de Mormón ni puede ser de origen divino. Jesucristo, de otro modo, nos dijo que debemos pedirle a Dios para saber la verdad y que no debemos confiar en el brazo de los hombres.
El profeta Nefi vio nuestro día y sabía cómo responderían los críticos del Libro de Mormón. Por el don de profecía escribió así:
Sí, ¡ay de aquel que escucha los preceptos de los hombres, y niega el poder de Dios y el don del Espíritu Santo! Sí, ¡ay de aquel que dice: Hemos recibido, y no necesitamos más! Y por fin, ¡ay de todos aquellos que tiemblan, y están enojados a causa de la verdad de Dios! Pues he aquí, aquel que está edificado sobre la roca, la recibe con gozo; y el que está fundado sobre un cimiento arenoso, tiembla por miedo de caer.¡Ay del que diga: Hemos recibido la palabra de Dios, y no necesitamos más de la palabra de Dios, porque ya tenemos suficiente! Pues he aquí, así dice el Señor Dios: Daré a los hijos de los hombres línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí; y benditos son aquellos que escuchan mis preceptos y prestan atención a mis consejos, porque aprenderán sabiduría; pues a quien reciba, le daré más; y a los que digan: Tenemos bastante, les será quitado aun lo que tuvieren. ¡Maldito es aquel que pone su confianza en el hombre, o hace de la carne su brazo, o escucha los preceptos de los hombres, salvo cuando sus preceptos sean dados por el poder del Espíritu Santo! (
2 Nefi 28:26-31)
Notas de pie
Bart D. Ehrman, Misquoting Jesus: The Story Behind Who Changed the Bible and Why (HarperSanFrancisco, 2007), 54–55. [La traducción es nuestra.]
Articulo publicado en FAIR

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